jueves, 10 de octubre de 2013

DEJAME RECOSTAR EN TU PECHO


Al igual que el discípulo amado
dejame recostar en tu pecho
en ese corazón tan tuyo y lacerado
por lo mucho que te he traicionado.

Me amas tal como soy
tu corazón divino palpita
de amor por mí en todo instante
todo lo perdonas, todo lo olvidas
brindándote así, sin tiempo ni medida.

Dejame recostar en tu pecho
quedarme así toda la noche
bebiendo la savia que acuna mis versos
sin que jamás hagas un reproche.

Cómo no amarte, Señor
me has embriagado cual nuevo vino
mis tibias brasas has inflamado
iluminando con su fulgor, mi camino.

Dejame recostar en tu pecho
encendiendo una plegaria diferente
que toda mi vida, corazón y mente
se rindan ante ti eternamente!

Ma. Etelvina Gimenez



1 comentario:

  1. Siempre me gusto este Poema y se que a Hernan tambien, quien lo habia
    publicado hace un par de anios en "La Liturgia Cotidiana". Hoy, senti subirlo
    al blog...poniendolo a disposicion de los visitantes.!
    ETEL

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