En esta Cuaresma, contigo
tierra santa he pisado
suelo renovado, por tu agua de vida.
En señal de sumisión me he descalzado,
sintiendo cerrar mis llagas,
cicatrizar una a una mis heridas.
Cuan grande es tu bondad
que permite que lave mis pies en esa fuente
logrando con tu clemencia y amor
que postrada ante Ti, Señor
ruegue por mí y la humanidad doliente.
Calzaré sandalias nuevas,
después de esta Cuaresma, así engalanada
diré: "Aquí estoy, soy tu esclava,
haz de mí lo que quieras,
Tú eres mi Dios,
que todo santificas, que todo lo renuevas".
Ma. Etelvina Gimenez
lunes, 26 de marzo de 2012
lunes, 19 de marzo de 2012
PRUEBA DE AMOR
En la Cruz, miremos clavado
Para reflexionar y meditar en esta Cuaresma que estamos transitando.
a Jesús, el Salvador,
veamos que prueba nos ha dadode su infinito amor.
Alabemos al Cordero
que nos ama y liberamuriendo en cruzado madero
en el cual nuestras vidas rescató.En tu Palabra, Padre Dios
que bella luz se ve,bendita celestial porción
experimentada por el don de la Fe.Que inmensa prueba de amor
la de Jesús inmoladoque por su Cruz y su Palabra
nos lleva al encuentro del Señor Amado!Para reflexionar y meditar en esta Cuaresma que estamos transitando.
Ma.Etelvina Gimenez
domingo, 11 de marzo de 2012
HAN QUEDADO SOLAS ?
Si afinara mis oídos
y aprendiera escucharlas;
tal vez oiría sus voces,
en las madrugadas.
Parecieran estar tristes,
y motivos no les faltan:
¡Se han quedo huérfanas
las flores y las plantas!
Hernán conocía su origen,
el nombre de cada planta,
y al hablar con ellas,
por el nombre las llamaba.
Ahora nadie les habla,
ni una sola palabra;
antes del amanecer,
o al despuntar el alba.
Tal vez nadie las ama
como él las amaba,
y les dedicaba tiempo,
en cada circunstancia.
A veces se escuchan
lamentos de nostalgia;
¿quién nos dará agua
cuando nos haga falta?
El cielo se compadece
al verlas tan desoladas...
La lluvia cae mansamente;
ignoro si es agua,
tal vez, sean lágrimas.
Ahora parecen sonreír,
cuchichean en voz baja,
la Providencia las ama,
y cuidará de ellas,
como Hernán las cuidaba.
Es como si percibieran,
su presencia entre ambas;
de quien tanto las halaga,
de quien, aún las mima;
¡las recuerda a la distancia!
Y se sienten muy felices,
ostentando sus flores;
¡esparciendo por doquier
su balsámico perfume,
por quien tanto las ama!
Hno. Santiago Kloster, ssp
y aprendiera escucharlas;
tal vez oiría sus voces,
en las madrugadas.
Parecieran estar tristes,
y motivos no les faltan:
¡Se han quedo huérfanas
las flores y las plantas!
Hernán conocía su origen,
el nombre de cada planta,
y al hablar con ellas,
por el nombre las llamaba.
Ahora nadie les habla,
ni una sola palabra;
antes del amanecer,
o al despuntar el alba.
Tal vez nadie las ama
como él las amaba,
y les dedicaba tiempo,
en cada circunstancia.
A veces se escuchan
lamentos de nostalgia;
¿quién nos dará agua
cuando nos haga falta?
El cielo se compadece
al verlas tan desoladas...
La lluvia cae mansamente;
ignoro si es agua,
tal vez, sean lágrimas.
Ahora parecen sonreír,
cuchichean en voz baja,
la Providencia las ama,
y cuidará de ellas,
como Hernán las cuidaba.
Es como si percibieran,
su presencia entre ambas;
de quien tanto las halaga,
de quien, aún las mima;
¡las recuerda a la distancia!
Y se sienten muy felices,
ostentando sus flores;
¡esparciendo por doquier
su balsámico perfume,
por quien tanto las ama!
Hno. Santiago Kloster, ssp
miércoles, 7 de marzo de 2012
A TI MUJER
A ti Maria, mujer por excelencia
que nos miras desde los cielos,
cuidaste a Jose y a Jesus
sufriste terribles dolores,
cuando tu tarea fue cumplida
hacia las alturas remontaste vuelo.
A ti mujer de hoy
que trabajas, que luchas afanosa
en el estado en que te encuntres
en fabricas, escuelas, estudio u oficinas,
otras, atendiendo hijos, casas, cocinas
todo nuestro reconocimiento
entre rosas, magnolias y espinas.
A ti mujer, siempre presente
mostrando a los hombres
la defensa de tus derechos
exhalando el perfume de tu femeneidad
ante la gente, ante el mundo
abrazando justicia, logros e igualdad.
Ma. Etelvina Gimenez
que nos miras desde los cielos,
cuidaste a Jose y a Jesus
sufriste terribles dolores,
cuando tu tarea fue cumplida
hacia las alturas remontaste vuelo.
A ti mujer de hoy
que trabajas, que luchas afanosa
en el estado en que te encuntres
en fabricas, escuelas, estudio u oficinas,
otras, atendiendo hijos, casas, cocinas
todo nuestro reconocimiento
entre rosas, magnolias y espinas.
A ti mujer, siempre presente
mostrando a los hombres
la defensa de tus derechos
exhalando el perfume de tu femeneidad
ante la gente, ante el mundo
abrazando justicia, logros e igualdad.
Ma. Etelvina Gimenez
sábado, 3 de marzo de 2012
EN EL JARDIN
Cómo no verte, Señor
en ese jardín soñadocon distintos aromas y matices
que Hernán había plantado,allí brillaba Tu resplandeciente luz
y en nuestras largas charlasnos acercabamos más a Jesús.
Flores multicolores
hojas verdes... doradas
que al atardecer, él regabacon sin igual amor,
las limpiaba, les hablabaellas lo oían, se erguían
parecíia que le contestaban.Hoy están tristes, caídas
ellas también extrañansolas han quedado
ya no está físicamentequien sus cuidados prodigaba,
les va a costar como a los poetas,encontrarle sentido a versos y poesías.
Desde los cielos las contempla
seguro las mira, quizas huela sus aromasel sonar de las campanitas las acompañan
su presencia ya no tienensolo el Divino Jardinero
con su mansa lloviznay alguna de sus lagrimas, las mantiene.
Ma. Etelvina Gimenez
Homenaje al Sacerdote que se nos fue, que además de tantas
cosas, también era "jardinero".
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