Se detuvo el pulso afiebrado
al conjuro de la pandemia,
en ese cruce de caminos
nos invadieron los miedos,
de repente, cambio el destino.
Mas, existe la magia del reencuentro,
volveran en algun instante,
abrazos, besos, palmadas de manos;
sera el momento supremo de gracia
abriendo nuevas cascadas de amor
quizas siempre con tapabocas, pero
habiendo superado el temor.
Se nos brindo un mundo azul,
vayamos ensayando el reencuentro.
despleguemos las alas al viento...
Saboriemos el triunfo
ganado a la espera
al igual que la plenitud
de una nueva, diferente primavera.!
Ma.Etelvina Gimenez