El rocío brillaba sobre las plantas
el perfume del pasto despertaba.
Poco después el rayo,
el único rayo de sol de aquel día
iluminó el camino de las hormigas
cargadas con su ración de vida.
La calesita dormía aún
esperando la hora de comenzar su
danza.
El viento desparramaba
las hojas ocres del otoño,
y el domingo comenzaba su rutina
de caminatas, memorias e ilusiones.
Lis Anselmi
Preciosa Lis.! Es como vover a los suenios de la
ResponderEliminarninez...!
ETEL
Que hermosa y sencilla manera de describir un domingo de oto
ResponderEliminarnio.! Felicifaciones Lis.!!!
ETEL