"Amaras al Señor tu Dios
y al prójimo como a ti mismo
esa era la consigna
la que hiciste tu forma de vida digna.
Fuiste el Buen Samaritano
de tus poetas tan amados
nunca los desechaste
levantabas la autoestima
del que estaba a tu lado.
La mayoría, adultos mayores
atentamente los escuchabas
sus heridas vendabas
con amor a todos te dabas.
Brindabas compasión, amistad,
tiempo, solidaridad
como Buen Samaritano
a ninguno negabas tu bendita mano.
Ma. Etelvina Gimenez
Cuando lei esta Parabola, pense que Hernan, hacia
ResponderEliminarlo mismo, de ahi que en su recuerdo escribi esta
sencilla poesia.!
ETEL