Cómo no verte, Señor
en ese jardín soñadocon distintos aromas y matices
que Hernán había plantado,allí brillaba Tu resplandeciente luz
y en nuestras largas charlasnos acercabamos más a Jesús.
Flores multicolores
hojas verdes... doradas
que al atardecer, él regabacon sin igual amor,
las limpiaba, les hablabaellas lo oían, se erguían
parecíia que le contestaban.Hoy están tristes, caídas
ellas también extrañansolas han quedado
ya no está físicamentequien sus cuidados prodigaba,
les va a costar como a los poetas,encontrarle sentido a versos y poesías.
Desde los cielos las contempla
seguro las mira, quizas huela sus aromasel sonar de las campanitas las acompañan
su presencia ya no tienensolo el Divino Jardinero
con su mansa lloviznay alguna de sus lagrimas, las mantiene.
Ma. Etelvina Gimenez
Homenaje al Sacerdote que se nos fue, que además de tantas
cosas, también era "jardinero".
Gracias a Lis y a Fer...que se, que de vez en cuando las siguen regando, a fin de conservar,
ResponderEliminarese vergel que Hernan, supo crear, en pleno cen-
tro de lo que yo llamo "la jungla de cemento".!
ETEL