Ese lunar nos jugó una mala pasada
ya no había esperanzas, ni solución
lo que nos sumió en profunda nada.
Sin saberlo ninguno
era tu último cumpleaños
entre los amigos
estuve allí, te brindé mi abrigo.
No pudiste con tanto sufrimiento
con tanto dolor
te fuiste a los brazos
del Dios todo amor.
No te pude llorar
elabore tu partida, lo mejor que pude
la herida ha quedado sin cerrar.
Miro fotos.
oigo tu voz lejana
te recuerdo entre plantas y flores
te evoco en el sonido de campanitas
y mil colores.
Hoy te se, Hernán cantando alabanzas
creando nuevos poemas,
angelado, con fondo de acordes celestiales
de oboes, laudes, arpas, flautas, violines,
iluminado, en su Divino resplandor
rodeado de bellos querubines
Ma.Etelvina Gimenez
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