RECUERDOS DE UNA MAESTRA

De las entonces llamadas "Villas Miseria"

Bajo Belgrano "Villa de Pampa"

Apenas de los doce años salía

cuando la carrera elegí

docente, simplemente MAESTRA...

contra viento y marea

era mi vocación, eso sería.

Me gustaba estudiar,

amaba los niños

impartía conocimiento, daba cariño

otros eran aquellos tiempos

en los que se podía enseñar.

A lo largo de cuarenta años

a un real sacerdocio, dedicada

eramos maestras de todo, no había "especiales"

sí, había premios... cuadro de honor,

competían por cual de ellos era el mejor.

Aceptaban corrección y disenso,

tanto crítica, como aliento,

el boletín un galardón

el "cuaderno de clase" mejor bastión

ponían en funcionamiento

todos sus talentos.

Ni diferencias, ni discriminación

todos hermanados, unidos

en clase, como en la "mancha...pido"

Si indolentes había,

caso muy singular

se lo nombraba "monitor"

significando tratamiento especial.

Tanto en la "Villa de Pampa"

como en la escuela,

con problemas en sus casas

o jugando a "la rayuela"

se los educaba para el futuro

integralmente, con destino seguro.

Los años fueron pasando...

el qué me importa, padres ausentes,

falta de ideales, violencia,

en las escuelas se fueron instalando

lamentablemente, con el tiempo

escuela y niñez, pagaron las consecuencias.

No todo esta perdido...

hay tiempo todavía

los niños piden a gritos

límites, penitencias, corrección,

cariño, ternura, atención.

La docencia es apostolado, verdadera vocación,

es llamado, es una gran misión!

Ma. Etelvina Gimenez