Creció en un hogar
que de eso no se hablaba,
invitado a un grupo de oración
sintió el llamado a la vocación.
Ser sacerdote era la meta
no sabíia que orden elegir
cuando conoció la obra de Alberione
a ella Hernán, entregó su corto existir.
Sus manos fueron consagradas
La Palabra, la Eucaristia compartieron,
sembrando entrega, sacrificio, amor,
acompañó a amigos, hermanos, poetas
en momentos de regocijo, como de dolor.
Sacerdote de alma y vocación
desempeñó con alegría múltiples tareas
mostrando a Cristo en todas ellas,
en El, puso total confianza
hasta ofrendar su vida
con fidelidad y perseverancia.
Ma. Etelvina Gimenez
En el "Dia del Padre", homenaje a quien fuera
ResponderEliminarSacerdote y Padre por excelencia.!!!
ETEL