que sopla libremente
desciende como quiere
donde quiere, a quien quiere
liberando corazones y mentes.
Soplo del Dios viviente
enciende en las almas
el fuego del amor ardiente
que las eleva y trasciende.
Dador de vida, consolador
infunde su aliento
en cada espíritu
en cada corazón
con un nuevo bautismo
con nueva unción.
No es una utopía
tampoco un sofisma,
es una caricia trinitaria
para desoladas almas,
llenando de dones y carismas,
trayendo gozo, templanza, calma.
Espíritu Santo de Dios
que todo lo renueva
derrama frutos, bendiciones
regalando a todos, una vida nueva.!
Ma. Etelvina Gimenez
En el Dia de Pentecostes, penetra con tu fuego
ResponderEliminary tu luz, en lo mas intimo del corazon de todos
los lectores de este sencillo blog...Les dsean
LIZ y ETEL