Es esa caja enorme
donde guardamos
las palabras que
a veces, no queremos decir.
Espiamos de a ratitos
en su interior y encontramos
a las malheridas sujetas por
no se que extraño
hilo metálico.
Tal vez se desplieguen
en un amanecer libre de ocaso.
Tal vez quieran huir
pero ahora permanecen
todavia allí.
Vacías, afiebradas, vacilantes.
Roxana Viviana De Marchi
Gracias por tu colaboracion Roxana, no se porque
ResponderEliminarcon tu poesia me hiciste pensar en la caja de
Pandora...!
ETEL